jueves, noviembre 16, 2006

Crónicas de producciones I (2da parte) o Como ir del cielo al infierno en un día

A las Nueve de la noche en punto, ya tenia cerca de 1000 personas tratando de entrar al gimnasio de la Universidad. La hora de comienzo era las 22:00 hrs. Y teníamos a un excelente grupo telonero cuyo nombre se perdió en el tiempo pero que homenajeaban a Rage Against The Machine. 21:30 hrs. y ya son 2000 las personas que querían entrar... lo peor fue detectar un montón de personas que no eran estudiantes de la universidad, lo que hacia un mal pronostico por la cantidad de gente que debíamos meter al gimnasio para mantener unas seguridad optima. La logística estuvo OK. Y media hora antes de empezar el show comenzamos a hacer pasar a la gente....nuestro dispositivo de seguridad con guardias profesionales se vio de inmediato sobrepasado por lo que la entrada fue lenta y tediosa.
En algún lugar de mi colon una molestia empezó a nacer (me tome mi primera lata de cerveza de la noche).

Las peleas empezaron mas temprano que de costumbre....los asistentes ya estaban arriba de la pelota y un apretón indebido de la seguridad auguraba un pugilato...ya estábamos sacando a las primeras narices estrelladas en los puños de los guardias. 22:30 Hrs....y el show no comienza...tenemos mas de 4000 personas en el recinto y quedan unas 1500 fuera... definitivamente alguien corrió la voz de la actuación y tengo mas del 30% del gimnasio ocupado con alumnos de colegio que me dejan fuera a lo mas “granado” del alumnado etílico y volátil de la Universidad... los ánimos de estos últimos no aceptan soluciones pacificas. Ya no cabe un alfiler y los encargados de cuidar las rejas por el lado del escenario reciben la orden de despachar hacia el lado contrario de la manera mas sutil a los que empiezan a saltarse y a empujar la reja de manera bestial, cuando empiezo a ver sangre me parece que algo de la palabra “sutil” no entendieron los amigos del equipo de Rugby (que son los encargados de mantener a la gente fuera del lado del escenario).

22:45 Hrs. Y le doy el OK a la actuación de los teloneros...tocan igual a Rage... pero el repertorio es tan violento en su performance como los originales....el publico apretado como animales en el matadero esta exaltado con la música, y la canción “killing in the Name of” no ayuda mucho a calmar los animos. A las 23:15 terminan los teloneros y la violencia que la banda le inyecto directo a la vena a los participantes ya ha surtido efecto. Tanto en los que están es el gimnasio como los que se quedaron afuera con la entrada comprada.

Mientras me tomo unos minutos para darle el OK a los “Chancho”... me encuentro en un lateral del gimnasio donde están los camarines, la entrada a este anexo es un gran portón cerrado con candado que no sirve de mucho ya que las puertas son prácticamente ventanales de un vidrio opaco (no se puede ver al otro lado, pero sigue siendo vidrio), pero bueno....habíamos hecho muchas producciones antes y nunca fue un problema, claro que nunca se nos habían quedado personas sin entrar al evento.

23:30 hrs. Mi colon tiene un dolor increíble y creo que los 30 cigarros que llevo y las 7 latas de cerveza para “tranquilizarme” no sirven de mucho. Doy el OK a “Chancho en Piedra”, yo mismo...presentándolos en el escenario (sip...se que parece circo pobre, pero es mas por mi personalidad carbrona, lo reconozco). Los muchachos suben al escenario y empieza un gran espectáculo... cuando pienso que ya por fin todo se tranquiliza y que podré ver el show completo en posición VIP, se acerca mi gran amigo/Hermano Pablo Figueroa- “Fabián -me dice- hay problemas en el área de camarines”.....UFFFFFFF. Mientras camino, mi yugular se marca notoriamente en mi cuello, así que a modo de catarsis yo mismo lanzo al lado del publico a 2 esquizofrénicos que se estaban pasando por la reja (acepto que eso me relajo un minuto). Al llegar al sector de camarines me entero que por ventanas pequeñísimas de estos se están colando ESCOLARES vestidas de una manera que hasta en MEKANO se pondrían rojos...convoque a alguna amigas que ayudaban para que literalmente de sus cuartos traseros fueran vigorosamente empujadas hacia fuera....los garabatos que recibimos y algunos escupos hacían que mis ojos ya se parecieran a los de la familia Simpson....casi estaba fumando de a dos cigarros.
Salgo de los camarines (con la esperanza de ver lo que queda de show), cuando escuchamos como un gran vidrio se rompe... un segundo de silencio y todos miramos hacia el portón/ventanal. Con los puños una 500 personas que parecían Zombies sacados de una película de Romero...intentaban reventar el portón para entrar. CRASH!! Otro vidrio y puedo ver las cabezas con un odio etílico de energúmeno dispuestos a todo (esto no pintaba bien por ningún lado). Mi dolor abdominal se hizo insoportable y durante un segundo me fui a negro... al volver veía todo rojo como en los dibujos animados... agarre un palo de escobillón que encontré y empecé a repartir palos en todas las cabezas que veía, estaba solo ya que nadie se quería acercar al portón por miedo a los vidrios que estallaban... luego de jugar al billar con algunas cabezas, decidí romper yo los vidrios para ver mejor mis objetivos y empecé a apalear piernas y canillas...cuando con mis manos empecé a rozar los peligrosos vidrios puntiagudos que todavía estaban pegados a los marcos... el gran Pablo Figueroa atino y me saco de ahí, como parecía poseído y quería que me soltaran para seguir “matando Zombies” el Flaco Pablo no encontró nada mejor que empezar a azotarme contra la pared pidiendo que me tranquilizara... no fue para nada suave así que al quinto golpe logre entrar en mis cabales. Pero el problema seguía, así que me fije en las hileras de casilleros que había a cada lado y ordene que los pusieran todos como barricadas contra el portón destruido...problema solucionado. Claro que mi sistema nervioso ya no decía lo mismo.

Volví al escenario, disfrute solo una canción cuando otro problema se suscito, uno de mis amigos que estaban ayudando se puso a tomar como fin de mundo con unos desconocidos en uno de los camarines, resultado: se pusieron “simpáticos” y le querían pegar entre 3...de vuelta al camarín solo con psicología lo salve de la golpiza y pronto me quede con mi amigo en el clásico gesto de camaradas: apretándole el estomago en el baño para que vomitara... no lo logre y mi amigo quedo dando problemas el resto de la jornada.

Una hora y media de actuación y no alcancé a disfrutar nada...desde el camarín escuche como se despedía el grupo y me asome por un instante. “Por lo menos termino”, fue mi comentario (otra vez me equivoque) cuando los chicos bajan del escenario veo un fuerte chispazo...luego observo como una torre de iluminación (ubicada detrás del grupo) cae en cámara lenta explotando todos sus focos cuando estos llegan al suelo...ufff!!...esto no pinta bien (otra vez).

Cuando el ultimo de los muchachos del grupo ya entra al camarín, hago el protocolo de felicitarlos y darles las gracias...ellos estaban felices y todo bien... Hasta que nuestro técnico en sonido e iluminación entra con ojos desorbitados y agarra del brazo a uno de los músicos (no recuerdo cual). “Este fue....el me boto la torre”, vociferaba mientras el cataclismo se venia... el músico lo negó todo mientras el “chino” pedía que le pagaran todo porque según el la caída del foco fue intencional.

Discusión de 30 minutos encerrados en el camarín...hasta que en algún momento empezaron a colarse niñitas de colegio voladas y tomadas hasta decir basta... y por cierto no querían solo un autógrafo. Entre la batahola le pedí al “chino” que se calmara, que esto lo solucionaríamos de alguna manera. Yo no tenía manera de retener al grupo y ellos ya tenían el cheque de la actuación. Los “Chancho” se fueron abordando a las niñas en el bus también. No querían saber nada más y estábamos todos enojados.

No me fui a ninguna fiesta y deje que los “gomas” limpiaran, recogieran las planchas de cholguan y las rejas policiales... sencillamente me fui a apagar a mi casa.

Al otro día...analizamos todo y tomamos una decisión con Claudio Reyes... le di orden de no pago al cheque hasta que no se pagaran los daños a nuestro amigo “chino”... estuve toda la semana hablando con el manager...obviamente el defendía a muerte a sus músicos y según estos, jamás hicieron algo intencional y si algo paso fue un accidente. Según nuestro amigo eso era mentira el vio que intencionalmente se le pego una patada a la torre. Optamos por seguir en nuestra decisión ya que si de lealtades se trata nosotros protegeríamos a los nuestros.

2 semanas después Juan Pablo Ibeas me cito en Matucana 100 para asistir a un ensayo de los “chancho”, el ambiente no era malo y todos me saludaron de manera caballerosa y excelente...todo pintaba de maravillas. Nos sentamos en una especie de gradería todos y de manera muy amable los chicos me decían que nunca hicieron nada malo...yo les explicaba que solo teníamos el deber de defender a nuestro amigos y pedíamos que se cancelaran los daños que yo llevaba perfectamente listados.

No se en que segundo los ánimos cambiaron, creo que fue K-V-Zon el que se altero y levanto la voz: “Ya!!...si lo que pasa aquí es que están haciendo atados para no pagarnos ninguna webada”... todos se alteraron. Aquí Juan pablo de manera cordial me advirtió que me iban a meter abogados de la SCD por todos lados y que me iban a “cagar”. Frente a la presión y recordando que el cheque en cuestión era mío...les llame a la calma y llame a Claudio reyes por celular... Estaba claro, con el tema de los abogados no teníamos ningún problema ya que por muy SCD estos se enfrentarían al equipo jurídico completo de la Universidad de Talca y que en eso teníamos todas las de ganar. Pero había un detalle practico, el cheque era mío... para hacer las cosas mas rápidas pagamos con un documento mío mientras la Universidad nos enviaba el dinero. Seria pura perdida de tiempo para mi estar metido en un lío de esos... “levanta la orden de no pago no más”.

Bueno, cuando se puede se puede y cuando no... Avise a los chicos que podrían cobrar el cheque el próximo día hábil y todo volvió a una tensa calma. Me despedí pero de la buena onda ya nada quedaba... ahí estaban los artistas que enfrentados a un tema humano solo quisieron salvar su plata. Claro que nunca me invitaron al lanzamiento de su tercer disco, y claro que nosotros le pagamos los equipos dañados a nuestro amigo “Chino Caceres”... y claro que durante los años que estuvimos con nuestra pandilla en Talca los Chancho no tocaron “mucho” por allá... y claro que de ahí en adelante pasamos la plata de la universidad directamente sin documentos personales... el equipo jurídico de la Universidad quedo con ganas de carnicería.

Otras veces más llame al manager ya en años posteriores y siempre me recibió bien y de buen animo y me dio buenos precios... lo reitero: cuando es negocio es negocio y el es uno de los pocos manager buenos de este país. Por mi parte nunca más compre un disco de los “Chancho” aunque igual sigo pensando que los 2 primeros son los mejores (aunque sinceramente no creo que a ellos les importe mucho esta opinión).

Saludos,

Fabián


adopt your own virtual pet!